La base de datos OCDE comparte el informe sobre Panorama de la Salud denomiado "Los daños colaterales de la COVID-19 en la asistencia sanitaria", en el que se sostiene que el impacto de la pandemia en la salud mental ha sido enorme. La prevalencia de casos de ansiedad y depresión aumentó más del doble de los niveles observados antes de la crisis en la mayoría de los países con datos disponibles, sobre todo en México, Reino Unido y Estados Unidos.
La pandemia de COVID-19 pone de manifiesto la necesidad de reforzar la resiliencia de los sistemas sanitarios, afirma la OCDE. La pandemia también ha puesto de manifiesto el impacto de los estilos de vida poco saludables, ya que el tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol y la obesidad aumentan el riesgo de muerte por COVID-19. Sin embargo, el gasto en prevención de enfermedades sigue siendo relativamente bajo, ya que sólo representa en promedio el 2,7% de todo el gasto sanitario.