En el marco del Día Mundial del Fútbol, el docente Unadista Kevin Daniel Rozo, del CEAD Jose Acevedo Gómez de la Zona Centro Bogota Cundinamarca, ofrece una mirada reveladora sobre el impacto sociocultural de este fenómeno global.

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En el marco del Día Mundial del Fútbol, celebrado el 25 de mayo en conmemoración del primer torneo internacional de fútbol en los Juegos Olímpicos de Verano de París en 1924, en el que estuvieron representadas todas las regiones, es crucial reflexionar sobre el papel de este deporte en la sociedad contemporánea. En esta ocasión, la voz experta del profesor Kevin Daniel Rozo, del programa de Gestión Deportiva de la Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades (ECSAH) de la Universidad Nacional, Abierta y a Distancia, lider en educación virtual, comparte un análisis sobre cómo el fútbol influye en la construcción de identidades, la distribución de recursos y talento a nivel mundial, así como su potencial para promover la paz, la cooperación y la inclusión.

Perspectivas sobre la identidad y el fútbol

El fútbol, según las palabras del profesor Rozo, es mucho más que un simple juego. Es un espacio donde se forjan identidades, tanto individuales como colectivas. Desde los estudios sociológicos y antropológicos, se ha demostrado que el deporte, y el fútbol en particular, actúan como catalizadores para la formación de la identidad. Ya sea a través de la representación territorial o del apoyo a un equipo, el fútbol se convierte en un vínculo emocional que une a las personas en una comunidad de aficionados, donde los logros de los jugadores son celebrados como propios.

Desafíos globales en el mundo del Fútbol

Sin embargo, detrás de la pasión por el fútbol se esconde una realidad global marcada por la desigualdad. Según el profesor Rozo, la distribución de recursos y talento en el fútbol reproduce relaciones de poder colonial, donde los centros de poder en Europa occidental acumulan la mayor parte de la riqueza y el talento. Esta disparidad económica se refleja en la migración de jóvenes talentos de regiones periféricas a clubes europeos, perpetuando un ciclo de explotación y dependencia. Además, persisten divisiones sociales, como el racismo, que limitan las oportunidades y representación de jugadores de diferentes orígenes étnicos y culturales y la desigualdad de género.

El análisis del profesor Rozo destaca la necesidad de abordar estas desigualdades sistémicas en el fútbol a nivel mundial. Se requiere una redistribución más equitativa de recursos financieros y una regulación más estricta del reclutamiento de jóvenes talentos para garantizar condiciones justas y respetuosas. Además, es crucial enfrentar las divisiones sociales arraigadas, promoviendo la inclusión y la diversidad en todos los niveles del deporte.

El potencial transformador del fútbol

En cuanto al potencial del fútbol para promover la paz y la cooperación entre países, el profesor Rozo plantea una visión matizada. Si bien reconoce el papel de las barras y los hinchas en iniciativas locales de paz y solidaridad, señala que la industria del fútbol tiende a relegar a los aficionados al papel de consumidores pasivos. Sin embargo, destaca ejemplos de barrismo social en Colombia, donde las barras de fútbol han asumido un compromiso activo con la comunidad, promoviendo la convivencia y la cooperación a nivel local.

Un deporte inclusivo

En cuanto a medidas para hacer que el fútbol sea más inclusivo y equitativo, el profesor Rozo propone un distanciamiento de la lógica competitiva que domina la industria. En lugar de centrarse en la búsqueda del éxito a cualquier costo, aboga por una aproximación más comunitaria y recreativa al deporte, donde la diversión y la participación sean prioritarias sobre la competencia. Además, señala la importancia de iniciativas locales que buscan democratizar el acceso al fútbol, como el fútbol adaptado para personas con discapacidad y el fomento del deporte comunitario.

Trascendiendo fronteras: El fútbol como lenguaje universal

Por último, en cuanto a la capacidad del fútbol para superar barreras culturales y sociales, el profesor Rozo subraya su potencial como un lenguaje universal que trasciende las diferencias culturales. A través del juego compartido, el fútbol facilita el diálogo entre personas de diferentes trasfondos, creando una cultura global basada en la inclusión y el respeto. Sin embargo, advierte contra la homogeneización cultural, destacando la riqueza que aportan las diferencias enriquecedoras en el mundo del fútbol y más allá.

El análisis del profesor Rozo arroja luz sobre el complejo entramado de significados y dinámicas que caracterizan al fútbol en la sociedad contemporánea. Desde la construcción de identidades hasta la distribución global de recursos, el fútbol emerge como un fenómeno que refleja y moldea las tensiones y aspiraciones de nuestro mundo interconectado.

Conoce más información sobre la investigación del profesor Kevin Daniel Rozo en Eurocentric globalization of football. Coloniality, consumption, social distinction and identities of transnational fans in Latin America.