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TIERRACACHAMA: el proyecto que está revolucionando la seguridad alimentaria en Córdoba
Un modelo de piscicultura sostenible que promete cambiar la vida de miles de familias
El municipio de Momil, Córdoba, vive desde hace años una crisis silenciosa: la disminución de sus recursos pesqueros. Esta situación ha dejado a más de 20.000 habitantes con una demanda insatisfecha de carne de pescado, afectando la economía y la seguridad alimentaria de la región.
Pero en medio de esta necesidad surge una solución innovadora: TIERRACACHAMA, un proyecto de cultivo sostenible de cachamas en estanques de tierra, desarrollado en la vereda Betulia. Su objetivo es claro: alimentar a la comunidad, generar empleo y demostrar que la sostenibilidad puede ser rentable.
Un modelo que combina tradición e innovación
El proyecto apuesta por técnicas tradicionales de estanques en tierra, que reducen costos, minimizan riesgos sanitarios y permiten un mejor aprovechamiento de los recursos naturales.
A diferencia de otros sistemas, este modelo:
- Disminuye la incidencia de enfermedades en los peces.
- Contribuye a la captura de CO₂ y mejora la calidad del agua.
- Aumenta los niveles de omega-3 en el pescado, garantizando un producto más saludable.
- Genera un menor costo por kilo producido, favoreciendo la competitividad.
En palabras sencillas: es un sistema que cuida el medio ambiente, a la vez que alimenta a la gente y fortalece la economía local.
Los números que marcan la diferencia
TIERRACACHAMA no es solo un sueño, es un proyecto financieramente viable:
- 13.000 cachamas sembradas en estanques de tierra.
- 5.148 kilos de pescado cosechados por ciclo.
- Precio de venta: $9.000 por kilo.
- 3 cosechas anuales.
- Ingresos proyectados: $138.996.000 al año.
- Utilidad neta por cosecha: $15.713.500.
Además, generará 2 empleos directos y 20 indirectos, fortaleciendo el tejido social y ofreciendo oportunidades de inclusión productiva en una región con alta vulnerabilidad económica.
Seguridad alimentaria con impacto social
Uno de los hallazgos más poderosos es que TIERRACACHAMA podrá cubrir el 96 % de la demanda de pescado en Momil.
Esto significa que las familias podrán acceder a una proteína esencial, niños y adultos mayores contarán con una mejor nutrición, y la comunidad tendrá acceso a un producto fresco, local y más económico.
Más allá de Betulia: un modelo replicable
El proyecto no solo tiene un impacto local. Su enfoque integral —económico, social y ambiental— lo convierte en un modelo replicable en otras zonas del Caribe colombiano e incluso en regiones de Latinoamérica que enfrentan retos similares.
La combinación de sostenibilidad, seguridad alimentaria y generación de ingresos abre la puerta a pensar la piscicultura no solo como un negocio, sino como una estrategia de desarrollo rural inclusivo.
Conclusión: la cachama como símbolo de resiliencia
TIERRACACHAMA es más que un cultivo de peces: es una apuesta por la vida, la dignidad y el futuro de las comunidades rurales. En un contexto donde la crisis climática y la escasez de alimentos amenazan a millones, este proyecto demuestra que la innovación social y la sostenibilidad son el camino para transformar territorios.
El futuro de la alimentación sostenible ya está nadando en nuestros estanques. ¿Te imaginas un país donde cada comunidad produzca su propio alimento con técnicas responsables y rentables?
Es hora de apoyar proyectos como TIERRACACHAMA, que demuestran que la sostenibilidad no es teoría, es práctica, vida y progreso.