Leidy Biviana Yepes López, Directora de la Casa de la Cultura y Secretaria de Cultura, Recreación, Deporte y Turismo de La Unión, Nariño hizo de la música una aliada en medio del confinamiento. Cuando las ciudades y el país entero vivía en medio de la incertidumbre, esta comunicadora social unadista se propuso fortalecer la Banda Sinfónica Aurelio Arturo, un grupo musical compuesto por 40 niños, niñas y adolescentes y que le significó el reconocimiento por parte del Gobierno Nacional como la mejor funcionaria pública en categoría pandemia - post pandemia.
“En la pandemia nunca paramos, la virtualidad y la aplicación de protocolos de bioseguridad es la estrategia para dar conciertos virtuales en los que se grababan los instrumentos por separado y luego se hace el ensamble musical. Vivimos en el confinamiento de otra manera, propusimos hacer música y la música llenó la vida de los niños y niñas de la banda”, puntualiza Leidy.
Desde el año 2020, en plena pandemia, Leidy trabaja como Directora de la Casa de la Cultura de La Unión, Nariño, con estrategias de alternancia para fortalecer la Banda Sinfónica Aurelio Arturo, logrando que la población infantil del municipio tenga una alternativa diferente al confinamiento.
Es por esto que, el Gobierno Nacional le ha otorgado este reconocimiento, como muestra de agradecimiento por su vocación de servicio, liderazgo, innovación, adaptación al cambio, responsabilidad con el medio ambiente, uso de la tecnología y datos, trabajo en equipo y resiliencia en la entidad, logrando con ello la participación de la banda sinfónica en encuentros y concursos presenciales en los que han ganado el tercer puesto en la categoría juvenil y el premio a la mejor obra en homenaje a Nariño.
Gracias a la gestión de la Unadista, 40 niños, niñas y jóvenes se encaminan en el quehacer artístico y musical, y, Leidy sigue fortaleciendo la cultura de su municipio con la iniciativa denominada “Diálogos con la Comunidad” la cual consiste en la realización de convenios para que agrupaciones de artistas locales tengan espacios e instrumentos para ensayar.
“Creo que lo que más llena mi corazón es ver a los niños crecer en su físico y en lo musical, es grato saber que estamos sembrando en ellos el amor por la música, la identidad del territorio y haciendo camino para su futuro, bien sea en la música o en otra profesión”, concluye la Unadista.