Hasta hoy la formación técnica y tecnológica en el país, a pesar del denodado esfuerzo de las instituciones que la ofertan, ha sido normativa y académicamente restringida por un modelo formativo cuyo grado de respuesta se ha limitado a una minusvalía social, que injustamente califica a sus egresados como “mano de obra barata que poco aporta a las empresas e industrias para ser más competitivas y productivas”. Por ello, buena parte de los técnicos y tecnólogos egresados de dichas instituciones, incluido el SENA, buscan, como complemento a su ruta académica, que se les profesionalice en disciplinas tradicionales afines, para mejorar salarialmente y ganar el estatus que su formación de base no posee. Craso error que desde la Ley 30 de 1.992 enrumbó mal esta vital estructura formativa para Colombia.

Es por ello que en la UNAD creamos un enfoque de formación diferente al esquema tradicional, en desarrollo de la apuesta institucional Unad 5.0, como una gestión curricular construida de la mano con el sector productivo, apartada de la profesionalización convencional, desarrollando un novedoso enfoque hacia la cualificación técnica y tecnológica que otorga micro certificaciones y títulos de especialización, maestrías y doctorados tecnológicos en prospectiva de una vida laboral basada en experticias, conocimientos e incluso investigación e innovación de la gestión de tecnologías disruptivas.

En 2019, el Honorable Consejo Superior, al modificar el Estatuto Organizacional, dio vida institucional a la unidad académica especial denominada el Instituto Técnico Profesional ITP.

Desde entonces la Universidad ha venido estructurando esta propuesta educativa que ya tiene importantes avances, alianzas, oferta de programas y grandes beneficios y que, cada vez con mayor intensidad, desde el sector productivo y la sociedad en general  se ha comenzado a comprender y, espero que en el corto plazo, a valorar por sus logros.

Por lo innovador que resulta el ITP, me permito contextualizar su modelo, oferta, beneficios y elementos únicos y diferenciadores.

Debo comenzar aclarando que los programas del ITP no se corresponden con los programas tradicionales técnicos profesionales y técnicos laborales, reglamentados en la ley colombiana (Ley 30 de 1992 y Decreto 4904 de 2009), y que se caracterizan porque atienden dos dimensiones de praxis en el seno de las empresas e industrias y de virtualidad hibrida y en los ámbitos de los centros regionales de la Unad arraigados en territorios diversos, lo que ha sido positivamente valorado en cada sector industrial participante, dejando atrás  las condicionadas ofertas que por rígidos y genéricos planes de estudios, oxidados por la dificultad de actualización oportuna, y que generalmente corren el riesgo de sufrir una rápida obsolescencia por la rapidez como el conocimiento, se renueva, especialmente en el ámbito de las tecnologías disruptivas y exponenciales, vigencia aceleradamente.

Estos avances los ha creado la UNAD que, en ejercicio de la autonomía universitaria consagrada en la Constitución Política y reglamentada en la Ley 30 de 1992, que permite a las universidades “darse y modificar sus estatutos, designar sus autoridades académicas y administrativas, crear, organizar y desarrollar sus programas académicos, definir y organizar sus labores formativas, académicas, docentes, científicas y culturales”, decidió apostar por el ITP como un modelo híbrido de formación que asegura la integración de la virtualidad, la tecnología, el desarrollo de competencias, la práctica laboral, la integración con el mercado laboral y la constante actualización de contenidos, en programas con un marcado enfoque hacia la preparación de alto nivel tecnológico dentro de empresas, sectores y comunidades aliadas. Es una formación acompasada directamente hacia el emprendimiento y la empleabilidad de aporte productivo y competitivo.

En términos generales, la oferta del ITP se caracteriza por presentar programas de corta duración, desarrollados con líderes sectoriales que, a la vez, son docentes de cursos de entre 20 y 40 ULP (Unidades de Labor Productiva), cada uno de ellos certificables de forma independiente y que, en sumatoria, afianzan destrezas, habilidades y competencias, y que permiten alcanzar insignias, micro certificaciones y títulos en todos los niveles de formación pre y posgradual tecnológica dual.  En una primera fase, el ITP desarrolla contenidos correspondientes a los campos del agro, la salud, la tecnología, la logística transporte, y la servucción y producción. Los programas que ya están desarrollados se relacionan con internet de las cosas, gestión analítica, big data, transformación digital de negocios en la nube, transformación tecnológica para entornos rurales, digitalización de procesos de trazabilidad en cadenas alimentarias y agricultura de precisión, entre otros.

Para una mayor claridad y comprensión sobre el enfoque de los programas del ITP, me permito enumerar las siguientes 10 características.

1. Son programas que en su integralidad utilizan la modalidad virtual, con un enfoque dual de praxis en la empresa, la industria o la comunidad emprendedora, porque durante su desarrollo realizan prácticas con tecnologías exponenciales e innovadoras. Constituyen la mejor expresión de los llamados “bootcamp”, o programas intensivos de entrenamiento enfocados a afianzar habilidades, destrezas y competencias específicas en un corto tiempo.

2. Permiten al estudiante diseñar la propia ruta de formación, según las competencias que este desee certificar conforme sus expectativas laborales y la dinámica del mercado tecnológico.

3. El diseño de los programas y sus contenidos se realiza como producto de un ejercicio de constante de diálogo con los sectores, las empresas y las comunidades interesadas en afianzar su condición competitiva y productiva, e incluye el estudio de inglés técnico específico para el sector.

4. El permanente diagnóstico de las necesidades o brechas de capital humano que demandan las empresas basadas en tecnología, permiten que la UNAD desarrolle continuamente mesas sectoriales de valoración y prospectiva derivada de un ejercicio constante de vigilancia tecnológica de mercados; ello contribuye con la formación de talento humano en cada región  con las competencias necesarias para ser fácilmente enganchadas en un bucle laboral incentivado por la empleabilidad y el emprendimiento efectivos.

5. Así, los contenidos de los cursos derivados de cada cadena formativa son permanentemente actualizados, para garantizar que la práctica constante del estudiante en el sector, la empresa o la comunidad emprendedora corresponda con los desafiantes escenarios de tiempo real y favorezca las oportunidades de vinculación laboral para el desarrollo regional.

6. La integración de los procesos académicos y la experiencia de una universidad como la UNAD y sus alianzas con el sector productivo y grandes multinacionales, potencia escenarios duales de práctica laboral y el desarrollo de investigación e innovación aplicada y de los grupos, semilleros de investigación e incubadoras de innovación, así como las mejores prácticas de spin off y proyectos I+D+i (Investigación, Desarrollo e innovación tecnológica) que orientan el trabajo del ITP.

7. La articulación metasistemica de la UNAD 5.0 genera productos y servicios académicos derivados del riguroso Trabajo Inteligente Productivo. En este caso, el ITP se nutre, desde su creación, de los avances de la Escuela de Ciencias Básicas, Tecnología e Ingenierías y sus diferentes pregrados y posgrados. Por ello la UNAD ha logrado una reconocida experiencia como academia de las más importantes multinacionales de tecnología, como Amazon Web Services, Oracle, Cisco, Google, Unity, Certiprof y Python Institute, entre otras. Ello le ha permitido, por un lado, convertirse en ente formador de éstas para otras instituciones de educación superior en Colombia y, también, a empezar a desarrollar la propia Academia ITP, que impulsa certificaciones propias de la UNAD para Colombia y para nuestros estudiantes en las seccionales internacionales en La Florida (USA) y Madrid (Unión Europea).

8. Como producto de lo aprendido por cada estudiante al final del proceso en cada nivel (técnico, tecnológico, especialización, maestría y doctorados tecnológicos), y como resultado del trabajo entre la universidad, la empresa, la práctica y los contenidos, se obtiene un producto mínimo viable que, con ayuda de novedosas metodologías, transforma los contenidos y las prácticas en aprendizajes útiles para fortalecer la competitividad regional en aras de una economia mutual y solidaria de las comunidades insertadas.

9. Proyección internacional. La pertinencia global del conocimiento trabajado por el ITP, nos ha permitido, en conjunto con la UNAD Unión Europea y la seccional en la Florida-USA- el diseño y oferta de microcertificaciones, en temas como soluciones en la nube, cloud architect solutions y soluciones con Python, entre otros para los connacionales allí radicados y que requieren de una pronta inserción laboral.

10. Los programas del ITP son pioneros en entregar insignias, o certificaciones digitales, que reconocen la competencia específica del estudiante en aspectos puntuales del conocimiento tecnológico, y que le permiten construir a cada quien una ruta formativa de alto reconocimiento en las nuevas exigencias que demanda la sociedad del conocimiento como expresión visible en la red global del planeta.

Un nuevo paradigma educativo

El ITP es la concreción de muy diversas intencionalidades y prácticas que la UNAD ha impulsado para interactuar externamente con diversos actores productivos nacionales, internacionales y regionales, e internamente con otros sistemas y dispositivos institucionales como las Escuelas, la Vicerrectoria de Innovación y Emprendimiento, el Observatorio Intersistémico Regional OIR y los Centros de Pensamiento Territorial CPTs, además se nutre integralmente de las ofertas de los diversos sistemas educativos que integran nuestro metasistema organizacional  

Porque, además de la pasión por servir y trabajar por y para Colombia, gran parte del éxito de esta Universidad está en innovar, en ser disruptiva, en dar pasos planificados y prospectivos, y en ir más allá como reto clave de la educación superior.

Porque, en educación, cada día se redescubre el mundo y los verdaderos líderes académicos no están para repetir siempre lo mismo o para esperar que les digan qué hacer, sino para crear y así cambiar y enrutar su acción bajo paradigmas que den impacto social educativo a Colombia y a sus connacionales.

El ITP es producto de la madurez institucional de la UNAD. Sus nuevos desarrollos (incluidas consultorías, convenios y nuevas alianzas), desafiarán y harán crecer, ojalá, a los demás programas de esta valiosa y necesaria formación para el país. Esa es la maravillosa tensión y riqueza de la vida universitaria, y nosotros las vivimos y nos complace ser sus actores.

¡Bienvenido el ITP!

 

Jaime Alberto Leal Afanador Rector

Febrero 2024