La UNAD lanza una estrategia que reconoce a la familia como aliada clave en el éxito académico y personal de sus estudiantes.
Gilma Luz Caballero, madre unadista e integrante de Familias a la U.
A partir del mes de mayo de 2025, la UNAD pondrá en marcha Familias a la U, una estrategia del Sistema de Bienestar Integral Unadista de la Vicerrectoría de Servicios a Aspirantes, Estudiantes y Egresados que nace desde la línea de Crecimiento Personal. Su propósito es claro: fortalecer el papel de la familia como una red de apoyo estratégica para los estudiantes universitarios, promoviendo su crecimiento personal, permanencia y éxito académico.
Esta propuesta, dirigida a padres y familiares, busca consolidar un puente entre el hogar y la universidad. A través de encuentros presenciales y virtuales, se brindarán herramientas prácticas para que las familias acompañen activamente los procesos de formación. Además, se parte de la caracterización de necesidades reales para diseñar experiencias significativas que respondan a las inquietudes más comunes de los hogares.
Aunque se trata de una estrategia reciente, su impacto proyectado es significativo, ya que promueve el acompañamiento emocional, la adaptación a la vida universitaria, la gestión efectiva del tiempo y el fortalecimiento de valores. Todo esto se orienta al desarrollo integral del ser, impulsando el crecimiento personal y la formación de individuos más conscientes, resilientes y comprometidos con su proceso académico y de vida.
Para ilustrar esta visión, la UNAD comparte el testimonio de Gilma Luz Caballero, madre de José David Trujillo, estudiante del programa de Agronomía en el CEAD José Acevedo y Gómez. Su experiencia es reflejo del rol transformador que puede tener el acompañamiento familiar:
“Mi motivación ha sido cumplir con mi responsabilidad como la principal red de apoyo. El proceso educativo es integral: he estado presente en lo emocional, en la elección del programa académico y en el día a día de la universidad. Eso les da confianza y les permite lograr sus objetivos.” comparte Gilma Caballero.
Gilma ha sido testigo de cómo su apoyo ha influido directamente en el rendimiento académico y bienestar de su hijo. Lo ha acompañado en momentos de transición, resolución de conflictos y toma de decisiones, no solo en el ámbito académico, sino también en su emprendimiento y vida personal.
“Uno de los mayores desafíos fue adaptarnos al modelo virtual. Al inicio, el manejo del tiempo fue complejo, pero con guía y apoyo, él fue desarrollando hábitos que hoy mantiene por sí solo. También ha sido fundamental educar en principios éticos y morales para enfrentar los desafíos sociales que llegan en esta etapa.”
Para ella, el ejemplo ha sido su herramienta más poderosa. Cree que su hijo ha aprendido más de sus acciones que de sus palabras:
“El mayor apoyo que puedo darle es ser coherente y dar buen ejemplo. Desde mi experiencia, eso ha sido fundamental para su educación y formación como ciudadano con responsabilidad social.”
Gilma también deja una reflexión para otras familias:
“Nuestros hijos nos necesitan. No basta con haber estado en el colegio. Hoy enfrentan riesgos reales como la depresión, la ansiedad o la desmotivación. Es necesario volver por ellos, estar presentes, enseñar con amor y ejemplo. Esa es nuestra tarea, aunque no siempre lo veamos.”
Sobre el futuro de su hijo, lo imagina con esperanza y convicción:
“Con la guía de Dios y el legado familiar, sé que su camino estará marcado por la ética, la responsabilidad y el desarrollo integral. Y la familia seguirá ahí, siendo su base.”
Familias a la U es una invitación abierta a toda la comunidad unadista para fortalecer vínculos, construir puentes y transformar el acompañamiento educativo. Porque cuando la familia entra a la universidad, los logros también se comparten en casa.