La investigación como término se define como la opción de indagar y responder ante situaciones desconocidas o que requieren ser analizadas, se basa de forma rigurosa en un método y como fin pretende obtener un impacto que logre resolver la situación.
La investigación como proceso integra unos elementos sistemáticos que permiten la validez y confiabilidad, como actividad involucra la planeación, ejecución y análisis de información, todo ello es direccionado por líderes interesados en innovar, proponer, generar aportes y que en su flujo han permitido el avance científico, tecnológico, productivo y de desarrollo humano.
Desde un ente académico de formación superior se comprende que la investigación es una responsabilidad ante la gestión y flujo del conocimiento donde convergen acciones administrativas, académicas y de proyección social, desde ese componente académico el docente como mediador de un proceso de formación profesional, precisamente es quien acompaña ciertos cursos integrados en una disciplina específica y con la respectiva fundamentación teórica.
Todos esos aspectos, con el propósito de contextualizarlas e implementar estrategias desde lo pedagógico y lo didáctico que permitan encontrar nuevos elementos que la enriquezcan o sean más pertinentes a las necesidades actuales, sin duda existe una dinámica a un ritmo más acelerado y esto está inmerso a un ejercicio de investigación.
En este sentido, es oportuno retomar aspectos relevantes de la definición y los criterios de la investigación descritos en el reglamento de investigación de la UNAD: es un proceso sistemático de producción de conocimiento, caracterizado por el trabajo en equipo, la creatividad, el compromiso con el desarrollo regional, el ejercicio pedagógico y el mejoramiento curricular para el fortalecimiento de comunidades académicas; cada uno de estos aspectos convoca al interés profesional para aportar a esta responsabilidad sustantiva de la institución, para generar espacios de debate científico, promover y fortalecer la actividad investigativa, contribuir desde las disciplinas y liderar acciones de cambio.
Se había señalado igualmente la importancia de retomar algunos criterios, entre ellos la dinamización del conocimiento de los contextos socioculturales para el desarrollo autónomo de las regiones, la apropiación critica de la realidad y del saber y del saber social existentes, en el cual se resalta la innovación y el desarrollo a partir de enfoques transdisciplinares e interdisciplinares que respondan a las condiciones de los problemas complejos de la sociedad contemporánea. En conjunto, los criterios son base y fin de los la investigación guiados por la práctica profesional acumulada, con un componente institucional y socio histórico, así como las redes de conocimiento quienes posibilitan la dinámica de trabajo y las formas de difusión de la producción científica.
Es precisamente el trabajo en red y la comunicación lo que genera espacios de encuentro, debate, que sin duda perfilan las necesidades y promueven los recursos para la gestión de la investigación y que bien debe operar bajo lineamientos que regulen estas acciones, entre ellas la adecuada formulación de proyectos que evidencien claridad, coherencia, impacto de lo disciplinar. En este sentido, vale la pena señalar que "el constante acercamiento, interacción e integración entre las disciplinas constituye una tendencia objetiva debido a la madurez del desarrollo científico alcanzado en la actualidad, por lo que la asunción de concepciones interdisciplinares en las investigaciones educativas deviene en una necesidad contemporánea, al estudiarse problemas complejos que no admitan una visión solamente disciplinar". Morín ( 2003)
La interdisciplinariedad es el establecimiento de nexos recíprocos, interacciones, intercambios múltiples y cooperación entre dos o más ciencias particulares que tienen un común objeto de estudio desde perspectivas diferentes, o que se aproximan a las propiedades y relaciones específicas de ese objeto con distintos aparatos teóricos y metodológicos para desentrañar los diversos aspectos de su esencia, con el propósito de lograr un conocimiento cada más integral del mismo y de las leyes que rigen su existencia y desarrollo. Castro (2000). Por ello en este ejercicio de aportar a la solución o la innovación de una situación o proceso, prácticamente exige esa mirada desde diferentes disciplinas, lo que complejiza, pero igualmente integra mayores elementos que enriquecen el análisis y la puesta en marcha de propuestas que responden de forma más efectiva y quizá sinérgica.
Una investigación abordada desde lo interdisciplinar constituye un plan de trabajo más arduo pero con mayor impacto, y ese es uno de los propósitos esenciales, más allá de la relevancia científica que suscita la selección de las técnicas de recopilar datos y el sustento teórico que apoya la comprensión o explicación, hablando desde los dos grandes enfoques, lo cualitativo o lo cuantitativo, se trata de lograr un análisis objetivo que contribuya a mejorar o cambiar la situación que refleja el problema. Por consiguiente, el docente en sus competencias profesionales debe lograr ese análisis y esa participación en redes de conocimiento, debe tener la capacidad de observar el contexto, motivar a los líderes en formación a integrar ese conocimiento a las situaciones cotidianas, con el propósito aportar, transformar, innovar, lograr un proyecto académico reflejando en la práctica y no solo en palabras.
El encargo de la actividad investigativa como área de desempeño del docente no es algo caprichoso de un ente Universitario, los alcances no puede limitar el significado solo en términos de categorización, pues más que un proceso sistemático, es el accionar de personas que piensan, comprenden, y que igualmente están inmersas en los contextos, pero están llamadas a analizar objetivamente, a asumir retos, a liderar bajo lógicas diversas, a trabajar en equipo, a ser abiertos, a complementar la discusión y el dialogo entre saberes, entre otras, a investigar interdisciplinariamente. A partir de esas consideraciones, es valioso que desde el SIGI se tenga en cuenta en los criterios evaluativos el tema de trabajo interdisciplinario, otorgando un 10% del peso en ese aspecto, lo cual promueve la formulación de proyectos desde esta perspectiva y ya se adelantan propuestas avaladas a partir de la reciente convocatoria de investigación.
Desarrollar una investigación desde una perspectiva interdisciplinar presupone la reorganización y reestructuración del trabajo científico de los docentes, Fiallo (2004) precisa que la interdisciplinariedad es una de las vías para incrementar la calidad de la educación y su formación integral, considerándola como un principio, una disposición, una motivación, una actitud, una forma de pensar, de proceder y una filosofía de trabajo para conocer la complejidad de la realidad y resolver los problemas que de ella dimanan. Por ello, la investigación más que una función contractual del rol docente, debe verse como la oportunidad de aprender, aportar, trabajar de forma interdisciplinar, lo que puede generar oportunidades para el dialogo de saberes y el impacto en los multicontextos.
Sandra Melo Zipacón
Líder Academico ECSAH
CEAD Pitalito