Repudiamos la muerte de Karena y los sueños que con ella murieron, la reciente tragedia que envuelve este caso no solo deja a la comunidad UNADISTA de luto, sino que también pone en evidencia una cruda realidad: ni en casa estamos seguras. Es devastador evidenciar que el lugar que se supone más íntimo y sagrado se convierte para muchas mujeres en el escenario de su último aliento.
La violencia de género es una problemática que nos atraviesa a todos y cada feminicidio es una mancha indeleble en nuestra humanidad. No es un problema aislado, no es un problema privado: Es una herida abierta que necesita ser enfrentada con coraje, con políticas públicas efectivas y con una educación que transforme las raíces de la violencia. Karena soñaba con ser psicóloga y a través de la educación trasformar vidas, ahora su legado nos convoca a seguir construyendo desde el cuidado por el otro.
Porque "todos somos Karena" y porque ningún lugar debería ser una trampa mortal para ninguna mujer. Nos comprometemos a seguir investigando, educando y trabajando para que las futuras generaciones puedan vivir en una sociedad más justa, igualitaria y libre de violencia.
Descansa en paz, mientras nosotros seguiremos luchando porque en una sociedad que sigue perpetuando estos crímenes, la paz no es un derecho ganado, sino una deuda pendiente.
A los padres y familiares, en este momento de inmenso dolor, extendemos nuestras más sinceras condolencias y todo nuestro apoyo. Sabemos que no existen palabras suficientes que puedan aliviar el vacío que ha dejado, ni consuelo que borre el sufrimiento que han vivido. Estamos con ustedes, y seguiremos alzando la voz para que ninguna otra familia pase por este terrible sufrimiento.
Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD
Escuela de Ciencias Sociales Artes y Humanidades
Programa de Psicología