Noticias Investigación
- Visto: 248
La lucha contra el Zika: La UNAD y SECIBAIN avanzan en una investigación innovadora
El virus Zika ha representado un desafío crítico para la salud pública en América Latina, afectando especialmente a mujeres embarazadas y a sus bebés. Sus consecuencias pueden ser devastadoras, incluyendo malformaciones congénitas como la microcefalia. Pero, ¿qué pasaría si pudiéramos encontrar una manera de proteger a estas madres y a sus hijos antes de que el virus cause daño?
En esta búsqueda, un equipo multidisciplinario de investigadores, entre ellos expertos de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) y el semillero SECIBAIN, está marcando la diferencia en el campo de la investigación biomédica con un enfoque innovador: la metabolómica.
¿Qué hace único a este proyecto?
Este estudio, liderado por un grupo de especialistas de diferentes instituciones, tiene como objetivo identificar biomarcadores metabólicos que permitan predecir quiénes están mejor protegidos contra el Zika y cuáles podrían ser potenciales dianas terapéuticas.
A través de análisis avanzados en pacientes embarazadas de Risaralda, el equipo compara a mujeres con diferentes niveles de inmunidad frente al virus y examina la respuesta de sus células inmunes en laboratorio. Este conocimiento podría ser clave en el desarrollo de nuevas estrategias de prevención y tratamiento.
La importancia de la metabolómica en la lucha contra el Zika
La metabolómica es una disciplina científica que estudia pequeños compuestos químicos, llamados metabolitos, presentes en células, tejidos y fluidos corporales. Estos metabolitos brindan una fotografía instantánea del estado fisiológico del organismo y permiten comprender mejor cómo responde ante enfermedades como el Zika.
En este estudio, los investigadores emplean tecnologías avanzadas para analizar cientos de metabolitos y determinar cuáles están asociados con una mejor protección o una mayor susceptibilidad frente al virus. Esta técnica innovadora tiene el potencial de transformar radicalmente la manera en que se diagnostica, trata y previene esta infección.
El papel fundamental de la UNAD y el semillero SECIBAIN
La UNAD, con su enfoque en educación e investigación a distancia, demuestra que la ciencia de alto nivel no tiene límites geográficos. Su equipo de investigadores y estudiantes está aportando conocimientos clave en análisis epidemiológico, bioinformática y ciencias de la salud.
Dentro de la UNAD, el Semillero de Investigación SECIBAIN (Semillero de Ciencias Básicas Aplicadas a la Ingeniería) ha sido un motor esencial en este proyecto. En alianza con la Institución Universitaria Visión de las Américas, la Universidad de los Andes, el Instituto para la Investigación en Ciencias Biomédicas - Sci-Help S.A.S. y el E.S.E. Hospital Universitario San Jorge (HUSJ), ha capacitado a estudiantes y jóvenes investigadores para participar en estudios de vanguardia.
Este semillero no solo forma nuevos talentos, sino que también impulsa la investigación aplicada para abordar problemas reales de salud pública. Además, los estudiantes participantes adquieren habilidades técnicas avanzadas, experiencia en métodos científicos rigurosos y competencias en colaboración interdisciplinaria, preparándolos para enfrentar futuros desafíos científicos y profesionales.
Impacto esperado: Más allá del laboratorio
Este proyecto no es solo un experimento en laboratorio. Sus hallazgos pueden:
- Mejorar el diagnóstico y seguimiento de mujeres embarazadas en zonas endémicas.
- Desarrollar nuevas estrategias terapéuticas contra el Zika.
- Aportar a la política pública en salud maternoinfantil en Colombia y Latinoamérica.
- Fortalecer la formación de investigadores jóvenes en ciencia aplicada.
- Generar conciencia y educación en comunidades vulnerables, promoviendo medidas preventivas eficaces.
Un paso más cerca de la solución
Gracias al compromiso de instituciones académicas, sanitarias y científicas, estamos más cerca de comprender cómo el cuerpo humano puede defenderse del Zika y, en el futuro, cómo podríamos potenciar esa protección.
Este no es solo un avance científico, es un esfuerzo por mejorar vidas, una batalla contra una enfermedad que aún plantea muchas incógnitas. Y lo mejor de todo es que la investigación sigue avanzando.
Porque la ciencia, cuando se une con la educación y la innovación, tiene el poder de cambiar el mundo.