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De seguidores a compradores: la nueva economía de la influencia
Imagina que un video corto o una Story puede decidir si compras o no un producto en segundos. Eso es justamente lo que propone el artículo “El impacto de los influencers en la toma de decisión de compra de los consumidores”, publicado en la revista Publicaciones e Investigación de la UNAD. Un trabajo que va más allá de la moda para preguntarse: ¿Qué tanto influyen los influencers en nuestras billeteras?
“La pregunta que muchos nos hemos hecho: ¿qué tan grande es el impacto que estos influenciadores han llegado a tener como para ser un punto importante a la hora de la toma de decisión de compra del consumidor?”
Ese cuestionamiento es la chispa que enciende su estudio.
Metodología fresca: un combo entre datos duros y realidad viral
Para entender el fenómeno desde adentro, los autores del artículo apostaron por una metodología mixta, moderna y conectada con el mundo digital.
Primero, diseñaron y aplicaron una encuesta cuantitativa dirigida especialmente a un público que respira redes sociales: jóvenes y millennials, quienes conforman el grupo demográfico más expuesto y sensible al marketing de influencia. Las preguntas no se quedaron en lo superficial; indagaron en hábitos, percepciones de credibilidad, recordación de productos y decisiones de compra motivadas por influencers. El objetivo no era solo saber si los seguían, sino cuánto poder real ejercían sobre sus elecciones de consumo.
Segundo, incluyeron un estudio de caso, centrado en un influencer reconocido en México, cuyas campañas y contenido publicitario permitieron observar cómo interactúa la comunidad seguidora, qué nivel de engagement genera y cómo se traduce esa influencia en decisiones concretas de compra. Este componente cualitativo le dio cuerpo y contexto a los números, al permitir conectar datos estadísticos con comportamientos reales en redes sociales.
El resultado: una metodología que no solo mide, sino que interpreta el fenómeno del influencer marketing desde dentro del algoritmo, pero con los pies en la realidad social.
Tecnología, juventud y sociedad: el contexto perfecto
“Vivimos constantemente al navegar por las redes sociales… los jóvenes, debido a su fragilidad… se ven expuestos a ser atraídos por los productos o servicios que las ‘celebridades de internet’ promocionan.”
En un espacio saturado de likes, reels, hashtags y estímulos visuales que duran apenas segundos, la experiencia digital se ha convertido en mucho más que entretenimiento. Lo que a simple vista parece una interacción banal —dar “me gusta”, compartir un video, comentar una historia— es en realidad un reflejo profundo de nuestras emociones, deseos y aspiraciones sociales.
El estudio lo deja claro: detrás de cada clic hay una construcción de identidad, una búsqueda de pertenencia, una necesidad de validación o incluso una aspiración. El seguidor no es un espectador pasivo; es un individuo que proyecta su estilo de vida, sus creencias y sus emociones en esa relación virtual con el influencer.
De ahí que los creadores de contenido no solo promocionen productos, sino que encarnan estilos de vida deseables, ideales de belleza, éxito y felicidad que, muchas veces, conectan con las vulnerabilidades emocionales del consumidor.
Resultados duros & sorpresivos
- El 87.5 % de los encuestados sigue a influencers, especialmente en Instagram y TikTok.
- Sin embargo, solo el 38.6 % reconoce influencia en su compra. El resto considera su contenido entretenido, no persuasivo.
Esto no sorprende; vivimos en un entorno donde el scroll es tan natural como respirar, y donde los influencers se han convertido en una suerte de “amigos digitales” que acompañan el día a día con recomendaciones, experiencias y “productos favoritos del mes”.
Pero aquí viene el giro interesante: solo el 38.6 % de esos mismos seguidores reconoció que esas figuras han influido directamente en sus decisiones de compra. Es decir, más de la mitad asegura que consume su contenido por entretenimiento, no por convicción comercial.
Este contraste es potente y desconcertante: los seguimos, los escuchamos, los vemos a diario… pero cuando se trata de abrir la billetera, nos volvemos escépticos. ¿Por qué?
La respuesta parece estar en la línea delgada entre entretenimiento y credibilidad. Muchos influencers generan simpatía, pero no necesariamente confianza. Podemos reírnos con ellos, admirar su estilo, copiar sus rutinas, pero no siempre estamos dispuestos a tomar su palabra como guía de compra.
Insight clave para las marcas y consumidores
No basta con tener muchos seguidores; la influencia real se logra cuando el mensaje conecta, es auténtico y relevante. En tiempos de saturación, esa autenticidad marca la diferencia. Y para los consumidores, nos recuerda que detrás de un “me encanta” o una compra rápida, hay una mente crítica ejerciendo control.
En pleno auge del influencer marketing, este estudio es una llamada de atención. No basta con seguidores:
- Las marcas necesitan entender qué motiva una compra real.
- Los influencers deben construir vínculos auténticos.
Y como consumidores: ¿estamos conscientes de por qué compramos ciertos productos? Quizás sí digamos “sí”, pero ¿estaremos realmente comprando por elección libre?
¿Te atrapó este viaje por la mente y los likes?
Comparte, debate con tus colegas, estudiantes y profesionales de marketing. Reflexionar es el primer paso para ser consumidores más conscientes en un mundo hiperconectado.
Accede al artículo completo y descubre si tú también has caído en su magia:
https://hemeroteca.unad.edu.co/index.php/publicaciones-e-investigacion/article/view/5949/5912