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¿Y si el suelo andino guarda el secreto para enfrentar el cambio climático?
Cuando pensamos en los majestuosos paisajes de los Andes colombianos, imaginamos frailejones erguidos en el páramo, senderos de neblina que susurran historias milenarias y suelos que han sostenido generaciones de vida. ¿Sabías que bajo esos suelos se esconde una reserva de carbono tan poderosa que supera nueve veces el promedio del Amazonas?
Sí, leíste bien: nueve veces más carbono pirogénico (PyC).
Un reciente estudio publicado en la revista Global Change Biology reveló un hallazgo sorprendente: los suelos de los bosques andinos en Colombia almacenan aproximadamente nueve veces más carbono pirogénico (PyC) que el promedio de toda la Amazonía. Y no, no es una exageración: hablamos de más de 34 toneladas de PyC por hectárea en promedio, con picos de más de 83 toneladas en los Altos Andes. Es como si estos suelos no solo contuvieran vida… sino también una estrategia natural de mitigación contra el cambio climático.

PyC y SOC: los guardianes invisibles del carbono
Para entender la magnitud de este hallazgo, es clave diferenciar dos tipos de carbono que viven literalmente bajo tierra:
- SOC (Soil Organic Carbon o Carbono Orgánico del Suelo): producto de la descomposición de la materia vegetal, raíces, hojas y organismos que han nutrido los suelos durante siglos.
- PyC (Pyrogenic Carbon o Carbono Pirogénico): formado por la combustión incompleta de biomasa durante incendios, ya sean naturales o inducidos por el ser humano.
El carbono pirogénico tiene una característica especial: es extremadamente resistente a la degradación. Puede permanecer en el suelo durante siglos e incluso milenios. Por eso, su presencia se considera una de las estrategias más efectivas para el secuestro de carbono a largo plazo, vital en tiempos de crisis climática.
Un dato que transforma narrativas
El estudio liderado por la profesora Carmen R. Montes-Pulido, de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), en colaboración con universidades del Reino Unido, Brasil y organizaciones internacionales, es pionero en cuantificar el PyC en los Andes colombianos. Sus cifras son tan sólidas como reveladoras:
- SOC promedio: 433,10 Mg C/ha
- PyC promedio: 34,13 Mg C/ha
- PyC en Altos Andes: hasta 83,27 Mg C/ha
El PyC representa cerca del 8 % del total de carbono en el suelo. En los Altos Andes, ese porcentaje asciende hasta el 12 %.
Comparativamente, mientras en la Amazonía el promedio de PyC en el suelo ronda los 3,6 Mg/ha, los suelos andinos de Colombia multiplican por nueve esa cifra. Una reserva silenciosa, persistente y extremadamente valiosa.
Altura, arcilla y precipitación: los factores que importan
Uno de los aportes clave del estudio es haber identificado los principales factores que determinan la acumulación de PyC en estos suelos:
- Mayor contenido de arcilla: facilita la estabilización del PyC, impidiendo su degradación.
- Menor precipitación: reduce el riesgo de lixiviación y favorece su preservación.
- Zonificación altitudinal: a mayor altitud, mayores reservas de PyC y SOC.
De hecho, el contenido de PyC no mostró variaciones significativas frente al nivel de perturbación humana o la profundidad del suelo, sino que fue la altitud el principal factor de impacto. Así, los ecosistemas de páramo y bosques montanos altos se convierten en laboratorios naturales ideales para estudiar la persistencia del carbono a largo plazo.
Fuego ancestral, huella milenaria
Pero hay otro componente clave en esta historia: el rol del fuego como agente modelador del paisaje y productor de carbono pirogénico.
Desde hace más de 15.000 años, las comunidades humanas han utilizado el fuego como herramienta de gestión del territorio: para abrir espacios de cultivo, controlar pastos o favorecer especies comestibles. Estos usos ancestrales, sumados a incendios naturales y prácticas contemporáneas como el “roce y quema”, han dejado una huella de carbono pirogénico en los suelos que hoy se puede rastrear hasta capas profundas, especialmente en zonas de alta montaña.
El estudio demuestra que, a pesar de que los incendios actuales también aportan PyC, la mayor parte del carbono encontrado corresponde a legados antiguos, acumulados durante siglos. Este legado, lejos de ser un residuo, es un activo estratégico para la salud del planeta.
Implicaciones para la ciencia, la política y la conservación
Los hallazgos abren preguntas urgentes y necesarias:
- ¿Podemos integrar el PyC como variable en los modelos globales de carbono?
- ¿Qué políticas deben implementarse para proteger los suelos ricos en PyC frente al avance de la frontera agrícola y la minería?
- ¿Cómo podemos aprovechar este conocimiento para crear estrategias de conservación basadas en datos?
Además, el estudio visibiliza la necesidad de seguir investigando los intercambios entre suelo, clima, vegetación y acción humana, especialmente en regiones montañosas, donde el cambio climático avanza más rápido que el promedio global.
Ciencia con raíz, impacto y responsabilidad
Este proyecto no es solo una publicación más. Es el resultado de un trabajo sistemático, riguroso y comprometido que refleja el papel fundamental de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) en la generación de conocimiento científico para Colombia y el mundo.
Desde su Escuela de Ciencias Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente, y con el respaldo de sus laboratorios, redes de colaboración internacional y equipos de investigación territorial, la UNAD demuestra que:
La ciencia puede ser remota, pero jamás distante. Puede ser digital, pero profundamente arraigada. Puede ser descentralizada, pero globalmente relevante.
Hoy, frente a los retos del calentamiento global, la UNAD se compromete con una investigación transformadora, con impacto en las políticas públicas, la sostenibilidad de los ecosistemas y el bienestar de las futuras generaciones. No solo aportamos datos. Aportamos soluciones, visión y futuro.


